The poder de la palabra Diaries

Es muy común que no sepamos darnos el valor que merecemos, nos ponemos en un segundo lugar y vamos socavando nuestra autoestima. Es entonces cuando los “soy incapaz” o “no puedo” se hacen eco en nuestra vida y se convierten en una realidad.

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.

El apóstol Pablo escribió: "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios 4:29). La palabra griega traducida como "corrompida" significa "podrido" o "sucio" y originalmente hacía referencia a las frutas y verduras podridas.

La fuerza de las palabras es tal, que no son necesarias demasiadas para causar una profunda alegría o una honda tristeza. Muchas veces basta una frase que valide una emoción que sentimos o un párrafo corto que ataque nuestro punto más débil.

Así como nuestras palabras pueden tener un impacto positivo en los demás, también pueden causar un daño significativo. Las palabras ofensivas y vulgares pueden herir profundamente a las personas y afectar su autoestima y confianza.

Continúa leyendo las «56 frases inspiradoras del poder de la palabra» donde encontrarás pensamientos sabios de grandes personajes sobre el poder de la palabra.

Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre el poder de la Palabra.

“Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive permanece para siempre”

La forma correcta es afirmar que es positivo, con los dos ejemplos anteriores se puede revertir a estoy en mi peso suitable, esta afirmación genera en tu mente una imagen de la persona en la que te quieres convertir. Lee sobre «el poder de las afirmaciones».

Nuestras palabras deben estar llenas de amor y verdad, y deben edificar y fortalecer a los demás. Debemos evitar el uso de more info lenguaje ofensivo y vulgar, y en su lugar, hablar con amor y respeto.

Desde el principio de los tiempos, Dios utilizó su palabra para crear todo lo que existe. La palabra de Dios tiene un poder innegable, y nosotros, como seres humanos, hemos sido dotados del don del lenguaje para comunicarnos y expresar nuestros pensamientos y emociones.

Debemos ser conscientes de cómo hablamos y qué palabras elegimos, recordando siempre el poder transformador de la palabra de Dios. Así, podemos utilizar nuestras palabras para bien y glorificar a Dios en todo lo que decimos.

En primer lugar, nuestras palabras tienen el poder de edificar o destruir. En Efesios four:29 se nos insta a hablar «solo lo que sea bueno para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan».

Aunque todos podemos cometer errores con nuestras palabras, la buena noticia es que Dios es un Dios de gracia y perdón.

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